Metodologías de Estudio. La Naturaleza de los textos jurídicos y sus consecuencias.

Muchos alumnos piensan que pasando largas jornadas de estudio intensivo durante muchas horas sin tomarse un descanso, ya sea en la biblioteca o en su domicilio particular puede resultarles provechoso. Tal vez lo sea en una jornada, un día, o dos, pero muchos dias así terminan agotando al estudiante, y desgastandolo sicologicamente, con una sensación posterior de tedio, aburrimiento, descontento.

La fama de textos engorrosos, rebuscados o dificiles de leer (que de hecho lo son) hace que se requiera una concentración muy particular al abordarlos. La misma tediosa lectura, dado que no son novelas o cuentos, hace que muchas veces se formen grupos de estudio para hacer más amena la preparación de finales o las cursadas o el simple estudio para un parcial. Muchas veces sucede que en estos grupos no se realiza en fin esperado, sino que la finalidad queda trunca, o se realiza de manera muy dispersa. Quizás sirva para el intercambio de datos, o documentación (apuntes, libros). Pero al menos en mi experiencia ha sido de ayuda o utilidad en pocos casos.

Lo que propongo es una jornada reducida de estudio, pero efectiva, práctica. Lo que enunciaba anteriormente acerca de leer por largas horas un mismo texto, te puede servir para interiorizarte, o entender de qué estan teorizando. Como para conocer, sobre todo si se trata de textos con mucha doctrina.

Pero ese tipo de estudio, o mas apropiadamente, lectura, no hará que puedas hablar y sostener un discurso de manera sólida. O puede pasar que te acuerdas partes del texto y otras no, que te queden vacios algunos detalles.

Pasar una noche sin dormir antes del final creo que es un clásico. Un clásico error. Puede suceder, y de hecho sucede que algunos ante tanta información y datos que recordar queramos repasarlo todo en las 24 horas previas o refrescar la memoria constantemente hasta el último minuto antes del final.

Esta situación crea una crisis efectivamente. Una crisis emotiva o de nervios, que termina detonandose en la exposición oral ante el profesor con quien nos haya tocado rendir. El evaluador esta haciendo su trabajo y no puede hacerse cargo nuestras emociones, o si en parte, pero no es una cuestión que tenga que tratarse en ese momento.

Sabido es además que nuestra carrera está plagada de formalismos y tecnisísmos que muchas veces el evaluador puede pasar por alto o no. Y ello se verá reflejado en la nota final, dado que podés saber el contenido pero es preferible expresarlo con las palabras de la ley, por que ahi no hay chances de errar.

La manera o el método con el que doy clases hace que tratemos de evitar, esa crisis nerviosa, o disminuirla en gran medida, confiando en tus conocimientos previamente estudiados, los mismos harán que no estes tan nervioso a la hora de exponer.

Temas