La comunicación cordial, de entendimiento y tolerancia debe ser el ambiente que reine en las aulas. La comunicación contradictoria y el monólogo son un problema con los adolescentes, pues los dobles mensajes desconciertan al que recibe la información provocando poca credibilidad o angustia, generan confusión y provocan reacciones de indisciplina y preocupación de todos los que participan en los centros educativos.
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Por ello desde edades trempranas se debe comenzar la interacción docente-alumno, para edificar la futura educación que no contenga ni indiferencia ni menosprecio en la labor cotidiana. La verdadera labor del docente tiene que favorecer el desarrollo de procesos reflexivos en el aula dentro de una convivencia armónica.
Los estilos de comunicación breves, explicativos y cordiales en la interacción maestro-alumno son los que mejores resultan a mediano y largo plazo, ya que contribuirá a que la labor trascienda cuando los alumnos ya formados egresen y participen activamente en la sociedad, desarrollándola para la aplicación de una teoría escolar en nuevos ambientes.
Relacionado con el contexto antes mencionado es importante también tener en cuenta el origen de cada quien: elementos familiares y del ambiente donde ha crecido. Sobre esto, influyen sus hábitos, preferencias, costumbres, modas, que permitirán hablar su propio "idioma", .
Otro aspecto valioso es cómo el rendimiento de los alumnos, su proceso de integración a través de la comunicación, su formación para el trabajo, así como el análisis de roles no se dan con una técnica escrita, este es un proceso que se va logrando y que recae principalmente en el docente, ya que es quien elaborará los medios y momentos para alcanzar la disposición de los jóvenes.
Por último y no menos importante es necesario considerar que todas las personas en el ambiente educativo tienen la obligación e innegable responsabilidad de dedicar tiempo a la reflexión sobre la conducta personal, de manera que la percepción de sus estudiantes sea clara y positiva, para tener un modelo de actitud a seguir, así como el compromiso de un ambiente de comunicación provechoso. El futuro lo construimos juntos.