Hay padres que deciden desde muy temprano contratar clases particulares para los más pequeños. Tener a un profesional que les ayude a aprender a moverse, expresarse y a pensar puede ser una buena idea si lo hacemos de forma responsable.
Las clases particulares tienen muchísimos usos y aunque la mayoría de padres solo piensen en ellas como una forma de reforzar los estudios, hay muchos otros que contratan a profesores para que su hijo mejore sin necesidad de que le esté yendo mal.
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En el pasado contratar profesores particulares para niños muy pequeños era algo que solo las clases altas se podían permitir, hoy en día está al alcance de cualquiera. Además las técnicas son muchísimo más beneficiosas, aun así dar clases particulares a niños es algo delicado y hay que tener muchas cosas en cuenta.
La estimulación temprana se da entre los 0 y 8 años y se trata de desarrollar al niño en esta fase, en la cual se dan habilidades que luego serán cruciales en su vida. Una etapa que en la que los más pequeños están especialmente receptivos.
Sin embargo, es lógico que no se les enseñan cosas complejas. Normalmente aprender a moverse, a hablar, a expresarse. Todos los niños acaban aprendiendo las habilidades básicas humanas, pero si lo hacen de la mano de un profesional lo harán con mayor soltura.
Estudios recientes aseguran que:
Hay que saber como dar clases para niños tan pequeños y por ejemplo que los padres tomen un papel en ellas. Algunos padres cometen el error de desentenderse de la educación de sus hijos y esto es un gran error. Los profesores son aliados, no sustitutos.
Algunos niños muestran la necesidad de clases particulares desde muy temprano. Este tipo de refuerzo es muy delicado, por eso en muchos colegios ya se encargan de adaptar el horario para que no tengan que trabajar en casa más de la cuenta.
Pero un profesor particular puede ser una buena opción si es un profesional de la educación con los más pequeños. Hay formas interesantes de dar clases de forma que los niños no se saturen y con los avances en educación cada vez son mejores.
No todo es dar clases particulares de repaso, cuando se trabaja tan temprano no siempre se hace para sacar mejores notas en una asignatura en concreto. La mayoría de niños con problemas en el estudio necesitan un profesor de refuerzo especial.
Las clases particulares para niños pequeños suelen ir más enfocadas a métodos de estudio o mejora de la concentración. A veces en clase no se puede trabajar didácticas cognitivas y se tiene que hacer en las clases particulares.
Cuando unos padres deciden contratar clases particulares su hijo corremos el riesgo de que estas se vean como algo negativo. Si no lo enfocamos desde el punto de vista adecuado puede tener el efecto rebote y que se convierta en una actividad frustrante para el alumno.
Lo primero que tenemos que tener claro es que las clases particulares no son ni un fracaso ni un castigo. Está claro que si las cosas fueran bien no se contratarían profesores de refuerzo, pero esto es algo que no debemos transmitir a nuestro hijo. Este debe entender que las clases particulares son una ayuda para mejorar, un aliado.
Es importante transmitir la idea de que el profesor, el alumno y los padres son todos parte del mismo equipo y que van remando juntos hacia un mismo objetivo. Es algo complicado, pero si entre todos lo consiguen será algo muy positivo.
Del lado contrario están aquellas personas que enfocan las clases particulares como un castigo. Algo que nunca se debe hacer. La educación nunca debe ser un castigo, el alumno tiene que entender que aquello que está haciendo es bueno para él y que cumplir los objetivos de la escuela es algo deseable.
Si enfocamos las clases particulares como un castigo se pueden volver en contra de los objetivos rápidamente. Se generará una gran frustración y una gran saturación del alumno. Esto no solo es malo a corto plazo, también a largo.
La libertad que tienen los profesores particulares de niños pequeños a la hora de enfocar sus clases es mayor que para alumnos adultos. Muchos de ellos tienen que recurrir a técnicas más creativas que las tradicionales.
Hay muchas ideas de clases para niños y es el entorno perfecto para experimentar. Por eso tiene que tener las siguientes características:
Pero sin duda la clave para hacer las clases divertidas para niños es la personalización de estas. La gran ventaja sobre otro tipo de clases es poder tener a un profesional al lado educando de forma exclusiva y eso ya es algo muy positivo.
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