A lo largo de mis estudios siempre batallé con una materia que no voy a nombrar y sé que todos tuvimos una. A veces sucede, no tenemos mucha onda con algún profe, no entendemos lo que nos dice o nos parece aburrido.
Necesitamos un profesor particular que nos explique las cosas de una manera diferente o que nos otro punto de vista de las cosas que no habíamos notado y que al profesor de la escuela, no termina de interesar.
Cada profesor hace sus clases como le gusta, cada uno tiene un interés diferente y puede resaltar u opacar diferentes aspectos de las asignaturas. Las coordenadas cartesianas se pueden explicar con juegos de de mesa (como la batalla naval, el ajedrez, las damas), también se puede explicar en un pizarrón y con tiza. Lo importante es que se aprendan los contenidos.
Y los padres, queridos padres, a veces no tienen el tiempo, la paciencia o la capacidad de ayudar en la asignatura que se nos complicó. No cualquiera está capacitado para ayudar a los chicos en todas las materias. Sinceramente, jamás podría ayudar a nadie en química o física, no es mi área y tampoco me gustó nunca.
En mi grupo de amigos no hubo quién nos explique, todos tuvimos clases particulares y no tiene nada de malo. Es como ir al psicólogo hoy en día, cada vez hay menos prejuicios ¡Solamente nos dejamos ayudar!
Sí, las clases particulares online o presenciales son necesarias para que nos muestren otros caminos para llegar al mismo lugar. Pero también brindan herramientas y técnicas de estudio que nos van a servir más adelante, sea para abordar un manual, en la universidad o para disfrutar un hobbie ¿Quién sabe?
¡Espero que les sirva el artículo y se animen a complementar sus estudios!