Sentimos todos los días, no sin cierta preocupación, que estamos enfrentando nuevos paradigmas educativos y que quizás nos hemos desactualizado y perdido el rumbo. La educación basada en problemas, la educación centrada en el alumno, la educación basada en la TIC...y tantas otras aseveraciones.
Pero a veces nos olvidamos del maestro. Nos olvidamos de que la educación tiene en el maestro un pilar fundamental. Es propio de algunos esquematizar, separar y realizar clasificaciones muchas veces exóticas pero parciales. Es indudable que hay un alumno que desea aprender, un contexto donde se tiene que enseñar, influenciado por ideologías regionales y muchas veces globales.
Pero la figura del maestro esta alli, central, confiriendo un sentido al proceso. Porque es el maestro el que enseña, el que transmite sus años de experiencias, que no solamente dice "lo leí" sino que afirma que lo vivió.
Y si es un maestro de verdad será también alumno y maestro, seguirá aprendiendo al dar sus clases. Quizás la mejor forma de aprender sea enseñar.
El maestro es una guía, y a la vez el camino. Un camino que nadie podrá transitar nuevamente, ni el alumno, ni el mismo maestro, pero es la vivencia de ese camino lo que se puede transmitir. Más allá que en la clase hablemos de una célula, de inmunidad o de anatomía.
Y si hay buenos maestros vendrán buenos alumnos.
Seamoslo.