Muchos años de experiencia y de interacción con adultos me han enseñado que hay dos aspectos básicos en el aprendizaje del idioma. Una es,obviamente técnica, Que metodología usar, tener material actualizado a estos tiempos líquidos... donde todo aburre muy pronto.
Pero hay otro aspecto, muy importante a tener en cuenta: el aspecto emocional. El adulto tiene miedo al ridículo. Al hablar un idioma no nativo se siente limitado y cuanto más calificado es en su preparación más miedo le da sentirse expuesto.
Por ello, trato de trabajar mucho eso, desbloquear, combinar clases individuales intensivas con talleres grupales donde se vean en la necesidad de participar.
Los talleres permiten charlar con otros,conmigo como moderadora, con un café y temas que les interesen.
Soy psicóloga social además de profesora y creo firmamente que el grupo heterogéneo con una tarea en común tiene logros más allá del inglés. Es compartir y ver que no estamos solos frente a la dificultad de hablar en inglés.
También he desarrollado técnicas especiales para trabajar con adultos mayores. Estudiar un idioma tiene efectos muy positivos sobre el cerebro. el esfuerzo que hacemos para recordar vocabulario, la asociación de estructuras necesarias para comunicar algo en otra lengua pone nuestras neuronas en alto nivel de exigencia.
Toda esta actividad ayuda a la prevención de enfermedades neurológicas, nos amntiene atentos. Al mismo tiempo implica dejar de pensar en temas personales y para la gente más grande es muy importante salir de su centro y conectar con temas del afuera.Enseñarles inglés es un poquito una excusa para meterlos en otros temas: cine, política, actualidad, arte. Todo sirve. Mejora nuestro día.
Amo mi profesión, le he dedicado mi vida. He coordinado cursos para muchas empresas , armando proyectos y sigo aún pero nunca dejé de enseñar. Pichón Riviere hablaba de "enseñaje". Cuando enseñamos... aprendemos y nos enriquecemos cada día.