Muchos alumnos procuran aprender a comunicarse en inglés contratando profesores exclusivamente nativos. Si bien es indiscutible que es un esquema que da resultados, hay que tener en cuenta algo muy importante: dentro de los campos de práctica del inglés (viajes, trabajo), en realidad es mucho más probable que el alumno se encuentre ante otros no nativos que lo hablan para vincularse de manera universal, y que vaya a experimentar acentos y niveles muy variados. En definitiva, la comunicación va a darse en ámbitos muy distintos al de un aula o de una pronunciación perfecta y precisa por parte del profesor. Es clave que el alumno conozca estas variables, y diseñar actividades que estén a la altura.
Algo interesante para hacer es, en vez de plantear clases de conversación en donde sólo intercambian alumno-profesor, sumar otro hablante del inglés no nativo, ya sea en persona o por alguna plataforma digital. Esto va a avivar la curiosidad del alumno y sus expectativas, sobre todo si el compañero está a distancia y tienen distintos contextos culturales que compartir entre ellos.
La vida urbana también ayuda muchísimo al momento de practicar conversación en inglés. Existen muchos clubes de intercambio de idiomas a donde profesor y alumno pueden asistir, y abordar la experiencia como una actividad más: el alumno puede anotar expresiones o vocabulario en general que le resulten novedosos o útiles, y luego en la clase se pueden trabajar más formalmente para fijarlos.
Otra opción divertida puede ser vivenciar el lenguaje desde otros costados, por ejemplo, si el alumno o el profesor tienen algún hobbie que quieran compartir, pueden practicarlo poniendo como regla general interactuar sólo en inglés durante la experiencia. Algunos ejemplos son: clases de yoga, pintura, canto, danza.
Hay miles de maneras de dimensionar la práctica del inglés a niveles comunicacionales. El efecto que logran este tipo de actividades es que los complejos y las trabas quedan en segundo lugar, porque es mucho más importante transmitir un sentimiento o idea.Es cuestión de pensar por fuera de la caja: aplicar la creatividad siempre da buenos resultados, y es igual de gratificante para el alumno como lo es para el profesor.