Cinco pautas infalibles a la hora de estudiar

El hecho de sentarse a estudiar puede resultar ser más un goce personal que una tarea impuesta por terceros, la única manera de no sentirse empujado a hacer esta tarea se consigue al seguir al pie de la letra éstos 5 consejos útiles:

#1. Lleva siempre contigo un anotador / cuadernillo de apuntes

Esto resultará muy familiar a la hora de estudiar, pero lo que nunca se tiene en cuenta es para qué se lo utiliza. El cuadernillo de apuntes no es para resumir lo que uno entiende de lo que lee, sino para escribir precisamente lo que entiende del texto; como una mera opinión o visión propia del manual de estudio.

Luego de haber leído su manual, escriba lo que entendió y al final relea lo que escribió sobe el texto original y compare ambas visiones. Recuerde que estudiar es comprender y hacer crecer el intelecto, no repetir lo que dice en un manual.

#2. Estudie con música instrumental

Varios estudios revelaron que la música clásica, particularmente de Mozart, fomenta el desarrollo cognitivo de los más pequeños; esto no quiere decir que la música instrumental como The New Age o Chill Music no puedan brindarle la concentración que se merece a la hora del estudio.

La ciencia ya ha revelado los parámetros de cómo la música interfiere e infiere en nuestras emociones. Debido a ello, se recomienda que la música carezca de letras ya que pueden generarnos distracciones; las canciones cantadas suelen provocar interferencia en nuestros pensamientos, entonces el estudio se dificulta.

#3. Aléjese de los libros

Piense que la investigación y el análisis de un objeto se basa en la mera observación. ¿Nunca ha escuchado la frase de “viviendo se aprende más”? Ponga a prueba sus conocimientos estudiados mediante la experiencia cognitiva.

En psicoanálisis, Freud acuñó el término “catarsis” en sus terapias que se define como el proceso de liberación o expulsión de las emociones negativas. Aunque no lo crea, una vez que haya estudiado, el proceso de intelección sobre el objeto estudiado continua luego de que usted dejó los libros y se fue a hacer otra cosa. Es por ello, además, que dedicarle horas a estar sentado frente a la pantalla o frente a los libros leyendo sin parar no es para nada recomendable porque no le deja tiempo a su cerebro para que asimile el material que está incorporando.

Con esto, una vez que terminó de leer el texto, aléjese del libro y haga una actividad puramente sistemática: cocine, dibuje, camine, corra, o incluso vea televisión. Verá que en el momento que menos lo espere, todo lo que leyó quedará grabado en su cabeza, pero por el proceso de intelección de la materia que acaba de realizar su subconsciente.

#4. Cuente lo que estudió

Otra forma indispensable de aprehender lo leído es conversar con la gente. Verá, uno no entiende del mismo modo que lo hace otra persona, así que aproveche la ocasión para hablar de forma distendida del asunto con un colega, compañero, amigo, padres, o incluso pareja.

El estudio puede dejar de ser una mera tarea y formar parte de su agenda de entretenimiento. Recuerde, si trata de dar una lección oral, el tema será denso y aburrirá a tu audiencia con frases pre hechas. ¡Sacuda el polvo de lo innovador y hable como si fuese una charla entre conocidos!

#5. Duerma el tiempo suficiente

Lo ideal es dormir 8 horas todos los días pero casi nunca se cumple esa cifra. Sin embargo, no evite sus horas de sueño haciendo otras cosas para el trabajo o seguir estudiando, inclusive. Cuando se pernocta, su cerebro desfragmenta y acomoda todos sus recuerdos y vivencias pasadas los últimos días, incluso meses; entonces, todo lo estudiado hasta el momento en el que usted se va a dormir se acomoda cuando cae en un sueño profundo.

Aunque no lo crea, su cerebro hace más cosas cuando usted duerme que cuando está despierto así que no evite dormir todo lo que le haga falta. Si no puede cumplir con las 8 horas de corrido, opte por tomar una siesta de una o dos horas al menos. Verá que los resultados a largo plazo serán muy productivos a la hora de estudiar.

Otra pauta no menos importante que se debería remarcar es la deno pasar tanto tiempo sentado. El sedentarismo prolonga la inactividad tanto física como mental y no hace falta acotar que es perjudicial para su salud. Siéntese a estudiar, sí, pero no pase 7 horas del día sentado. Lea estando parado o mientras hace ejercicio en una bicicleta fija o elíptico en casa. Combine este consejo con las previas 5 pautas mencionadas arriba. No deje que los dolores de espalda y/o cuello lo alejen de sus actividades diarias.

En conjunto, estudiar es un proceso, una actividad, una manifestación de la intelección, ¡hasta una terapia!, pero todo depende de usted el no hacerla una tarea densa y aburrida. No pare de vivir para estudiar, la vida es mucho más que aprobar exámenes. Lo más importante es tomarse todo con calma y aplicar estos consejos – Carpe Diem.

Publicado y editado en www.organizartemagazine.com