Empezando por el proyecto
Antes de hacer tu primera presentación de proyecto, una idea útil es hacer una lista con los temas que has pensado. Con eso en mente (bueno, mejor dicho en papel), realiza una pequeña búsqueda de bibliografía disponible sobre esos temas, y compara la riqueza de las fuentes que cada uno ofrece.
Puedes buscar en la biblioteca local, la de tu centro de estudios y claro la virtual, ésta ultima puede estar mas actualizada y actualmente existen mucas facilidades para acceder a fuentes muy ricas en la materia de tu investigación. Revisa si existen conferencias sobre esos temas, como fueron tratados con anterioridad, que dice la ley vigente si tiene un encuadre legal, como se ha interpretado, que posturas se adoptó en cada caso, si tienen encuadre en el derecho comparado, esto puede aportarte muchas ideas, incluso nuevas perspectivas.
Al principio, esta lectura puede ser solamente orientativa, pero una vez que hayas definido tu tema de investigación, es importante realizar al menos tres lecturas que clasificaré en un siguiente post donde abordaré “consejos para organizar la bibliografía”, a fin de que puedas simplificar tu trabajo cuando desarrolles de forma más amplia el marco teórico de tu investigacion.
Ten presente que deberás justificar la importancia de la investigación que planeas llevar adelante, asi que debes saber defender por qué te interesaste por este tema, por qué es considerado un problema, qué efectos tiene en la sociedad esta problemática, por qué supones que necesita otra regulación o una regulación específica si fuera el caso, o una modificación, cuáles son los efectos negativos, los beneficios, resuelve una diferencia doctrinaria importante al respecto, es una propuesta superadora la que planteas, que problemas resuelve, entre otras justificaciones de la importancia de tu trabajo.
Otra de tus tareas, será evaluar tus recursos. Seguramente, si este proyecto es a pedido de una institución, tendrás un plazo para presentarlo, por tanto, debes procurar organizar adecuadamente tus tiempos y los recursos de los que dispones para cumplirlo en debido tiempo y forma.
Esquematiza en tu cabeza y luego plasma en un papel, una suerte de cronograma donde establezcas el tiempo que le darás a cada apartado de tu investigación. Por ejemplo, si de tus primeros contactos con el tema de investigación, has decidido darle una estructura capitular compuesta por tres apartados, entonces valora cada capítulo por separado, que tiempo te demandara cada uno y súmale los tiempos extras que lleva organizar la bibliografía, elaborar introducciones, conclusiones parciales, conclusión final, y los retoques finales de forma.
No tienes que seguirlo a rajatabla, pero te ayudara a ser consiente de tus tiempos, y claro que una vez que te sientes a armar tu investigación, tendrás que re esquematizar algunas veces, pero siempre respeta los plazos de entrega.-
Por ahora, eso será todo. ¡Hasta otro post!