Mi experiencia enseñando en lugares tan rencógnitos como Camboya o Nepal, en los cuales muchas veces los conocimientos transmitidos no resultaran en una mejora de oportunidades a la vez tan ansiada, me han hecho adquirir una nueva perspectiva en el significado de educar.
La ignorancia es una constante en este mundo. Constantemente asumimos y abrazmos la ignorancia para poder seguir avanzando. La única forma de luchar en contra de esto es entrenando la curiosidad, y eso solo se consigue aprendiendo. Mi misión en este momento es aplicarme el cuento y seguir aprendiendo y ayudando a gente a aprender. Y en el proceso de enseñanza afianzar aquellas cosas que creo conocer.
El conocimiento es un acto compartido y tanto profesores como alumnos avanzan juntos en pos de este aprendizaje. Saber enseñar, empatizar, es una forma de mejorar no solo una habilidad, sino también tu propia sensibilidad hacia el mundo que te rodea. Dificilmente se puede llegar a conocer nada por ti mismo, sin nadie que critique y aporte a tus teorías y a tu forma de entender el mundo.
Viajar ayuda en este proceso. No siempre tenemos tiempo o dinero para viajar, pero vivir en una ciudad tan diversa como Buenos Aires, nos ofrece la posibilidad de trasladar pequeñas partes del mundo y ponerlas a nuestro alcance.
Espero que mis clases de flamenco sirvan a alguien para conocer y adquirir una porción de conocimiento, y del mundo, desde esta linda ciudad de Buenos Aires.
Solo se vive una vez, asíque, por qué no aprovecharlo saciando nuestra curiosidad al máximo!