Cuantos horas debemos estudiar por dia un instrumento

¿Cuántas horas al día debemos practicar? La práctica deliberada es la clave para la respuesta a esta pregunta. Espero que este artículo les ayude a encontrar la manera más efectiva de practicar.

¿2 horas? ¿4 horas? ¿8 horas? ¿12 horas?

¿Cuánto es suficiente?

¿Existe el “practicar demasiado”?

¿Existe un número óptimo de horas que debo practicar?

¿Qué dicen los instrumentistas?

Hace algunos años, en la cual decía que nadie debe de practicar más de cuatro horas al día con la explicación de que si alguien necesita practicar más de cuatro horas al día, probablemente no lo está haciendo bien.

Ellos no creen en secciones largas de práctica y que la práctica excesiva es “!tan nociva como no practicar nada!”

En promedio practican no más de tres horas al día y que no practican los domingos. Saben que esta no es una mala idea, uno de mis profesores, me recomendó que estableciera un periodo de tiempo de 24 horas cada semana en el que no se me estaba permitido tocar el instrumento.

¿Qué dicen los psicólogos?

Una investigación es la base para la “regla de los diez años” y “la regla de las 10.000 horas” que sugiere que se requiere al menos diez años y y/o 10.000 horas de practica deliberada para lograr un nivel de experto en el desempeño de cualquier disciplina y, para el caso de los músicos, a menudo cerca de 25 años para lograr un nivel elite internacional.

Que la clave real no es la cantidad de practica que se requiere (la cantidad exacta de horas es debatible) sino el tipo de práctica que se requiere para alcanzar el nivel experto en la interpretación del instrumento. En otras palabras, practicar de la vieja forma no es suficiente.

Consideraciones a evitar determinadas “ CREENCIAS”

1. Es un desperdicio de tiempo

¿Por qué? Primero, cuando se practica de esta manera ocurre muy poco aprendizaje productivo. Esta es la manera como podemos practicar una pieza por horas, días, semanas y sentir que no hemos mejorado mucho. Mucho peor, lo que estas realmente haciendo es cavando tu propia tumba ya que lo que hace este modelo de práctica es fortalecer aquellos hábitos y errores indeseables, aumentando literalmente tus posibilidades de cometer errores de una manera consistente mas adelante. Esto hace que sea más difícil corregir los malos hábitos en el futuro, de manera que te encuentras adicionado más tiempo de práctica del que es necesario con el fin de eliminar esos malos hábitos y malas tendencias. Una vez trabajé con un profesor de saxofón que le gustaba recordarle a sus estudiantes que “la práctica no lo hace a uno perfecto sino que crea hábitos permanentes” (“Practice doesn’t make perfect, practice makes permanent.”)

2. Pierdes la confianza

Además, practicar descuidadamente disminuye la confianza en ti mismo, ya que una parte de ti se da cuenta que no sabes realmente como producir consistentemente los resultados que quieres. Incluso si estableces una tasa de éxito alta en los fragmentos más difíciles por medio de la practica descuidada y te das cuenta que puedes tocar correctamente tres o cuatro veces de cinco intentos, tu nivel de confianza no crecerá mucho. La confianza real en el escenario proviene de (a) ser capaces de tocar correctamente diez veces de diez intentos, (b) darse cuenta que no es una coincidencia que puedas tocar correctamente cuando quieras y más importantemente (c) saber precisamente las razones por las que tocas correctamente o por las que fallas. Por ejemplo, sabes exactamente lo que necesitas hacer desde el punto de vista de la técnica para tocar un pasaje correctamente cada vez que quieras.

Quizás no puedas tocar perfectamente al principio, pero para eso es que el la repetición, para reforzar los buenos hábitos hasta que son más fuertes que los malos hábitos. Se parece un poco a cuando tratamos de tener un césped bonito. En vez de entablar una batalla de nunca acabar con la maleza, inviertes tu tiempo tratando de cultivar el césped de manera que con el tiempo el césped es mayor que la maleza.

Y más importante aún. Tendemos a practicar inconscientemente, y terminamos tratando de tocar en el escenario de una manera consiente lo cual no es una gran fórmula para el éxito.