Antes que nada, me presento.
Soy Gonzalo Jurado, tengo 19 años, soy escritor; autor del libro "las mil preguntas" que es sobre filosofía autobiográfica, actual estudiante de psicología y bombero voluntario hace alrededor de 3 años.
Quisiera contar un poco de mi experiencia, tanto como personal y dando clases por medio de ésta página que permite fácilmente contactar a un profesor de la materia que necesites ayuda o lo que sea dentro del ámbito de estudio.
Desde pequeño, 6 años si no lo recuerdo mal, me interesó el conocimiento por la historia en la primaria por un simple artículo de la Revolución Industrial y desde ese entonces no paré a estudiar sobre ese tema entre tantos. Más adelante, me interesé por las guerras mundiales, en especial la segunda. Las políticas, la mente de Hitler, leer Mein Kampf, ver documentales de cada bando sobre cómo vivieron la guerra narrados por soldados que estuvieron por ejemplo en la Batalla de Stalingrado.
Tanto alemanes como soviéticos.
Quizás se pregunten: Bien, te especializaste en historia europea, pero, ¿y la nuestra? ¿la Historia Argentina?
Sí, también estudié muchísimo sobre nuestra historia y por eso más que nada me ofrecí como profesor particular en tusclases; y aunque suene irónico, pocas cosas me agradan de nuestra historia pero la veo muy necesaria para entender cada paso político que se hace hoy en día en el país.
Por ejemplo, charlaba con mi mamá tomando mate y me preguntaba cómo se creó el radicalismo y le expliqué que allá lejos había un señor llamado Leandro N.Alem que un 26 de junio de 1891 se le ocurrió formar una ideología política, hoy en dia, una de las populares que se extendió a lo largo de nuestra historia y hoy en día sigue vigente que fue y es la UCR.
Siempre expliqué la historia de un modo peculiar, con el permiso del alumno, con algún que otro insulto para que no se me duerman y disfruten de lo que realmente "odian" en ese momento ya que la explico como si fuese un cuento.
También siempre estuve interesado en la filosofía que fue lo que me llevó a escribir mi libro a los 15 años. Toda la corriente nihilista más que nada; pero eso es algo muy extenso y aburrido.
Aunque no parezca, yo nunca quise cobrar las clases pero me veo obligado lamentablemente a negociar el conocimiento. Es algo absurdo como que te cobren el agua, un elemento fundamental para vivir.
Antes de dar clases, yo ayudaba a muchos compañeros o amigos y me decían "tenés que dar clases particulares. Explicás muy bien. Hiciste que la Segunda Guerra Mundial me sea interesante por el hecho de explicar que Hitler era un chaboncito que quedó resentido desde la Primera Guerra Mundial y en 1939 se le ocurrió invadir Polonia a hacer lío y recuperar todo el territorio que era Alemán en ese entonces antes de perder la Gran Guerra. Animate" Dicho y hecho. Tuve gran variedad de alumnos, todos muy curiosos. Me divertía explicando y ellos notaban que lo disfrutaba y por ende, se torna todo más interesante. No todo era pura historia, sino que también charlábamos sobre cosas triviales y así aprobaron los pocos y muchos alumnos que tuve en mí trayectoria como profesor particular. Salvo una alumna que tuve que decidió repetir. Me lastimó mucho esa decisión ya que veo hoy en día, a la juventud un poco desinteresada por el conocimiento, por la historia, la geografía, la literatura y entre tantas cosas que después de preguntarte de qué sirven en la vida, te puede funcionar para quedar como un intelectual en una cena familiar explicando cómo se fundó el Islam y cuál es la problemática de hoy en día que se vive con el terrorismo.
No obstante, no todos están obligados a sentarse y leer y leer. El conocimiento se puede absorber tanto de una película que estás viendo en una cena en familia donde por ejemplo ves algo sobre la Guerra de Irak y no tenés ni la menor idea del por qué buscaban las supuestas armas de destrucción masiva.
Psicológicamente, ahí se genera el fenómeno más utilizable, la curiosidad y el pragmatismo.
Se adquiere tomando un café con tu abuelo/a contándote cómo sus abuelos los hacían levantarse a trabajar a las 4 de la mañana en el campo y no parar en todo el día. La cultura del trabajo.
Tengo la suerte de charlar con mi abuela sobre cosas históricas ya que una cosa es leerla en un libro y otra que te la cuenten. Tiene 89 años y te cuenta cada cosa detalladamente que podés estar horas y horas hasta que divaga y ahí no sabés si te está contando historia o sobre cómo tejer un buzo. De todas formas es conocimiento.
No digo que sea fácil nutrirse en sabiduría, pero en mi consejo personal, esfuercense, es algo hermoso saber y a medida, te das cuenta que no sabés absolutamente nada y mas cuando entrás a la facultad.
¿Es aburrido al principio? Quizás. No leas la historia del peronismo si en realidad te gusta la Revolución Francesa. Hay toda una vida para aprender.
También en mis experiencias como bombero, aprendés mucho a valorar casi todo. Ves de lo mejor hasta lo peor.
Para cerrar esto y dejar de aburrirlos, quisiera decir que el conocimiento no es sólo un libro y documentales.
Es simplemente vivir y ver con qué te topas al día siguiente.
Desde ya, muchas gracias a los que se tomaron el tiempo de leer éste artículo, y a los que no, también.
Sgto. Jurado Gonzalo.