El aprendizaje como entretenimiento y actividad lúdica

Hablo primero como alumno. Para quien quiere aprender idiomas no hay mejor cosa que estar movilizado por un interés en particular. Un fuerte interés en algo que no está disponible en el idioma nativo.

En mi caso se trató de dos libros que me habían regalado, "War of the Worlds" de H.G.Wells y "The Talismán" de Peter Straub en coautoría con Stephen King. Eso me empujó a buscar denodadamente la manera de comprender hasta la última coma, con pelos y señales, de dos de mis obras favoritas. Y para eso me armé de mucha paciencia (en ese momento el Dios Google no estaba en boga) así que diccionario en mano y consulta a gente amiga que estuviese empapada del idioma anglosajón, me fueron ayudando.

Luego me pasó con el cine, mucho material en dvd al que tenía la posibilidad de acceder en zona 1 (que aún no llegaba al país) pero que no venía con subtítulos en español. Una vez más, armado de paciencia seguía con mucha fruición cada escena con los subtítulos en inglés que se correspondían a lo que se decía.

¡Y eso funcionaba de maravillas! No sólo para comprender lo que dijeran, sino para mejorar mi pronunciación y conversación. Luego, con la llegada de las redes sociales, ese tipo de interacción con gente que hablara ese idioma, fue mucho más fácil como para practicar la charla casual o específica en vivo.

Y aún hoy tengo ese hábito, porque lejos de considerarme bilingüe estoy, aunque lo intento con mucha paciencia.

Por eso propongo siempre desde mi metodología, que el idioma esté siempre relacionado a los gustos y preferencias de cada alumno como para que inmediatamente disfrute el hecho de poder comprender el real significado de lo que consume a nivel entretenimiento y afición.

Para mi no es solo la mejor manera, se ha convertido en algo excluyente.

Temas