Valentín Torres

Mi experiencia dando clases me enseñó que los conocimientos se fijan cuando se ponen en práctica, así que aporto ejercicios personalizados para las necesidades de cada alumnx, que resolvemos en clase. Esto ayuda a sacarse todas las dudas y a enfrentarse a situaciones similares a las de una evaluación (como a la de un examen, presentación, etc.), lo que te ayuda a sentirte preparado para cuando te encuentres rindiendo.
Además, asigno tareas para que puedas seguir trabajando por tu cuenta. De esas tareas para hacer solx seguramente surgirán dudas; tendremos la oportunidad de resolverlas en clase, cuando corrijamos y chequeemos la resolución de esos ejercicios. No todxs tienen tiempo y disponibilidad para hacer estas tareas, pero dentro de lo posible, esto es lo ideal.
Siempre les digo a mis alumnxs que me pueden interrumpir en cualquier momento de la clase. Lo más importante de las clases es que sirvan para despejar dudas, así que cualquier momento es oportuno. Y, por supuesto, cualquier duda es válida; no hay preguntas tontas.
Sobre el contenido de la clase, he dado clases para alumnxs de todos los niveles (primario, secundario, universitario), así que estoy acostumbrado a armar clases de contenidos sumamente distintos: desde gramática y análisis sintáctico, hasta literatura, escritura de textos académicos, pasando por los temas más variados de latín (lengua, morfosintaxis, cultura, literatura). El enfoque puede ser el que el alumnx requiera, siempre es mejor que nos enfoquemos en lo que más cuesta o lo que más dificultades genera, y atacar esas dificultades de raíz.