Maximiliano Rodríguez

Con quince años de experiencia en la docencia, mi camino profesional se ha forjado en la intersección de dos disciplinas que, a primera vista, podrían parecer opuestas: la Matemática y la Filosofía. Sin embargo, mi Licenciatura en Filosofía y mi rol como Profesor de Matemática me han permitido construir un enfoque educativo verdaderamente único, donde la lógica y la abstracción de los números se entrelazan con la profundidad del pensamiento crítico y las grandes preguntas existenciales.
Mi pasión por la enseñanza va más allá de la mera transmisión de conocimientos. Me considero un profesor activo y participativo, convencido de que el aprendizaje es un proceso bidireccional. Mis clases no son monólogos, sino espacios de diálogo y exploración, donde cada estudiante es incentivado a cuestionar, a argumentar y a encontrar sus propias soluciones. Creo firmemente en la importancia de desarrollar el pensamiento crítico, no solo para resolver problemas matemáticos, sino para navegar por la complejidad del mundo.
A lo largo de mi carrera, he tenido el privilegio de formar a futuros profesores y técnicos, lo que ha sido una experiencia increíblemente enriquecedora. Ver cómo mis alumnos se convierten en educadores y profesionales competentes me impulsa a seguir perfeccionando mis métodos y a buscar nuevas formas de inspirar. Soy una persona inherentemente flexible, siempre dispuesta a adaptar mis estrategias de enseñanza a las necesidades individuales de cada alumno. Entiendo que cada mente es un universo y mi objetivo es encontrar la llave que abra el camino hacia la comprensión y el disfrute del aprendizaje.
Ya sea desentrañando la elegancia de una demostración matemática o debatiendo las ideas de los grandes pensadores, mi propósito es claro: hacer que estas disciplinas sean accesibles, relevantes y, sobre todo, apasionantes.