Mariana Ferreiro

La propuesta educativa se centra en un acompañamiento integral, donde cada clase es planificada considerando las necesidades, gustos, preferencias y posibilidades de cada participante. Este enfoque personalizado permite que el aprendizaje sea más cercano, efectivo y motivador.
Se diseñan técnicas de estudio específicas en función del contenido a trabajar, adaptando estrategias que faciliten la comprensión, la retención de información y la autonomía en el proceso de aprendizaje. Además, se incorporan juegos —conocidos o adaptados— como recurso lúdico para reforzar contenidos, despertar el interés y generar un ambiente dinámico.
Otro pilar fundamental es la producción artística manual, utilizada no solo como herramienta creativa, sino también como un medio de expresividad y gestión emocional. De esta forma, el arte se convierte en un puente que conecta el conocimiento con las emociones, potenciando habilidades socioemocionales.
La duración y frecuencia de las clases se ajustan de manera flexible a las necesidades de cada participante, respetando sus ritmos y tiempos de aprendizaje. Todo se desarrolla en un entorno de confianza y relajación, en el que se aplican técnicas de mindfulness para favorecer la concentración, reducir la ansiedad y fortalecer la motivación.
Cada encuentro mantiene una estructura equilibrada: un momento inicial de preparación, un espacio central de trabajo, instancias de distensión y finalmente la aplicación práctica de lo aprendido. Para evaluar el progreso, se elaboran informes de opción múltiple que permiten medir avances, ajustar estrategias y garantizar la efectividad del proceso educativo.
Esta es una manera de ir de la práctica a la teoría para aprender.