Mi experiencia como docente se fue construyendo en el encuentro con distintos grupos y realidades. Enseñar, para mí, es acompañar procesos, descubrir potencialidades y crear espacios donde cada persona pueda sentirse capaz, escuchada y valorada. Con el tiempo aprendí que no se trata solo de transmitir contenidos, sino de abrir caminos para que quien aprende pueda apropiarse de su propio recorrido...
Mi experiencia como docente se fue construyendo en el encuentro con distintos grupos y realidades. Enseñar, para mí, es acompañar procesos, descubrir potencialidades y crear espacios donde cada persona pueda sentirse capaz, escuchada y valorada. Con el tiempo aprendí que no se trata solo de transmitir contenidos, sino de abrir caminos para que quien aprende pueda apropiarse de su propio recorrido.
Mi método de enseñanza nace de esa convicción. Trabajo desde lo vivencial, lo grupal y lo dialógico. Me gusta utilizar dinámicas, casos reales y ejercicios que permitan pensar, sentir y hacer, porque creo que el aprendizaje significativo ocurre cuando algo se conecta con nuestra propia historia. Intento que las clases sean un lugar cálido, claro y organizado, donde la participación fluya y nadie quede por fuera.
Me reconozco paciente, comprometida y muy atenta a las necesidades del grupo. Disfruto explicar de manera simple lo que parece complejo y acompañar esos momentos en los que el conocimiento se vuelve descubrimiento. La escucha activa, la empatía y la presencia son pilares de mi forma de enseñar.
Como estudiante siempre fui exigente conmigo misma: curiosa, constante y apasionada. Sigo estudiando porque siento que cada nueva formación amplía mi mirada y enriquece mi tarea docente. Creo profundamente en la educación como un proceso en movimiento, un intercambio donde todos aprendemos. Mi propósito es que cada espacio formativo deje huellas positivas y aporte al crecimiento personal y comunitario de quienes participan.
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