Gabriel Pérez

Partimos de los conocimientos previos del alumno y desarrollamos al principio una faz comunicacional real y con práctica de conversación. A partir de esto vamos introduciendo al estudiante en los aspectos más importantes y necesarios de la gram{atica al mismo tiempo que ofrecemos un panorama cultural.
Puesto que un idioma no es sólo un conjunto de signos y de símbolos sino que constituye una estructura viva que se desarrolla en un contexto socio cultural.
Aprender español (castellano) no es atestar de palabras las cabezas, sino abrir los ojos allí donde resalta la actividad humana, donde se oye el golpear del yunque. Sacar al alumno de la clase y del texto y ponerlo en presencia de la naturaleza o de la obra de arte, o de la fábrica, de la máquina.
Llevarlo a las fuentes mismas donde el idioma se crea y recrea. Es educar en el sentido verdadero de la palabra.
Por tanto, lo que estamos proponiendo es un aprendizaje del idioma que sea holístico, experiencial, no centrado el la repetición mecánica de listas de verbos o preposiciones sino construido a partir de las necesidades del alumno y de sus experiencias.
Dicho de esta manera m{as que clases o un curso es la invitación a viajar por los mundos de Hernández, Sarmiento, García Márquez, Borges y Cervantes. Un a invitación a vivir el español.