Mis clases están pensadas para que los chicos se acerquen a las matemáticas de una forma amigable, sin miedo y con ganas de aprender. Me gusta que el estudio se viva como un juego, por eso uso recursos visuales, ejercicios lúdicos y actividades recreativas que ayuden a comprender los contenidos de manera práctica y divertida. Me adapto a las necesidades de cada estudiante, ajustando la forma de enseñar según su forma de aprender. Busco que las clases sean dinámicas, motivadoras y, sobre todo, que les den confianza para animarse a resolver problemas por sí mismos.