Preparando el entorno óptimo para el aprendizaje

Las neuronas envían mensajes a otras neuronas a través de unas largas fibras conocidas como axones, en forma de patrones eléctricos codificados (impulsos nerviosos). Cada impulso es de aproximadamente 0,1 voltio, con una duración de una a dos milésimas de segundo, y se mueven a lo largo del axón a velocidades de hasta 480 km/hora.

Por cada una de las neuronas ejecutivas del sistema nervioso hay 50 células de la neuroglia o de soporte estructural y funcional, imprescindibles que mantienen el entorno neuronal y optimizan la función del sistema todo en su conjunto.

Los impulsos nerviosos que emiten las células del sistema nervioso o neuronas llegan a los sitios de transferencia de información o sinapsis, descargando, en la mayoría de los casos unos productos químicos señalizadores denominados neurotransmisores. Estos mensajeros alteran el patrón de los impulsos nerviosos generados hacia la neurona receptora. Y así es como funciona la comunicación entre las células del sistema nervioso. Cada sitio sináptico es una oportunidad de afectar el mensaje.

Si bien la comunicación en el sistema nervioso es transportada de célula a célula mediante sinapsis, en su mayoría de tipo quimioeléctricas, no es el medio suficiente para transportar todo el caudal de información necesaria a utilizar. Además, las neuronas funcionan adecuadamente si están bañadas por una mezcla muy precisa de productos químicos. Esta condición o medio interno es lo que genera las células de la neuroglia. Estas células son 50 veces mayor en número que las propias neuronas.

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