Cuando buscamos definiciones del término —marketing—, tanto libros como internet, nos ofrecen una variopinta cantidad de acepciones, algunas más parecidas a otras, sin embargo, no cabe duda que cada autor lo define en relación a su ámbito de actuación.
Por otra parte, nos encontramos con profesores universitarios que no son capaces de trazar su propia definición, y no hacen más que repetir como loros lo dicho por autores referenciales citados del material bibliográfico que utilizan en sus "cátedras".
Particularmente, cuando asumí el desafío de intentar sintetizar, sin mayores pretensiones, el concepto de marketing devenido del mundo real de la publicidad, al momento de articular una aproximación del término me resultó bastante sencillo encontrar las palabras adecuadas, según mi propia experiencia e interpretación:
La práctica del marketing sirve para analizar los mercados, entender su potencial, y detectar dónde están los segmentos más atractivos para generar beneficios. Una estrategia eficaz le añade valor al producto, diferencia la marca del resto de los competidores, y logra un lugar preferencial en la mente de los consumidores.
En síntesis, la evidencia dicta que intentar definir el término de marketing puede llevarnos a un abismo de ideas no siempre consistentes. No obstante, comprender la esencia del concepto puede impulsar mejores prácticas haciendo que su aplicación más eficaz en términos estratégicos.
Esto significa, tener presente que cada plan ha de alinearse a los objetivos marcarios, de forma tal que al momento ejecutar las diversas acciones posibiliten lograr una comunicación direccionada y coherente, donde todas las fuerzas se alineen en aras de conseguir los resultados mínimos esperados.
Martin Rodríguez, Publicista